
Bueno, resulta que no siempre suelo escribir cosas similares a las que are, pues algo que me sorprendiĆ³ fue la forma en que algunas madres tratan a sus hijos muy mal en estos tiempo, parece que el binomio madre e hijo, va perdiĆ©ndose cada dĆa mĆ”s.
El otro dĆa que estaba por la final Los Andes, de la ciudad de El Alto, caminando y buscando pescados frescos que comprar, escuche como una madre le gritaba a su hijo por que se habĆa vomitado, le decĆa "eres un cochino, como asĆ te vas a vomitar", el niƱo era de aproximadamente 4 aƱos, la madre al concluir los gritos, le fue a dejar al niƱo detrĆ”s de una carpa de una de las vendedoras de pescado, pero no imagine que dejarĆa ahĆ solo al niƱo y ella se retiro a hablar con su mamĆ”.
La mamĆ” de la joven madre, le empezĆ³ a regaƱar a ella, por la forma en que tratĆ³ al niƱito y como es de esperarse el pobre niƱo vino llorando donde la joven madre, al parecer el niƱo tenia vomito, tos, fiebre. Era de esperarse que el niƱo vomitara, pues estaba mal.
La joven madre al escuchar los regaƱos de su madre, se llevo al niƱo casi a arrastras gritĆ”ndole, diciendo"ves por tu culpa me han reƱido, ahora cĆ”llese, tan feo lloras, maricĆ³n, acaso no eres machito"
Entonces, donde se perdiĆ³ en todo ese trayecto la uniĆ³n del binomio madre - niƱo, pues se dice que el embarazo, es una de las cosas mĆ”s esperadas de la mujer.
Es por esa razĆ³n que los jovenes no deben jugar a la mamĆ” y al papĆ”, porque despuĆ©s puede resultar que ya no serĆa un juego, si no la vida real y el resultado serĆa a la larga un niƱo no deseado y maltratado.
Madres eran las de antes, que con dulzura te mimaban, te amaban y te daban un beso en la frente, que ante todo y sobre todos estaban los hijos.
En las familias que son capaces de pagar una niƱera particular olvidan que el binomio madre niƱo, debe estar presente en todo momento por lo menos en los primeros aƱos de vida del niƱo y no dejar asĆ la crianza de sus hijos al cuidado de otros (desconocidos), porque el binomio madre niƱo, pasarĆa a ser binomio niƱera y niƱo.
Amemos a nuestros hijos, pues es lo Ćŗnico que tenemos en nuestras vidas y ojo, mĆ”s atenciĆ³n a la salud de sus niƱos.
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