En el minibús escuchas lo que no quieres

(VozBol, Dic. 2009) En el minibús o en cualquier otro vehículo del transporte público se escuchan diferentes estímulos povenientes del medio ambiente. Puedes escuchar conversaciones, ruídos, gritos, música y más.

Cuando se aborda un minibús, casi siempre la radio está encendida y están sintonizadas las emisoras que gustan más a la gente, o muchas veces la que más gusta al chofer, en raras ocasiones se encuentra apagada la radio.

Lo que se suele escuchar en la radio no siempre es del agrado de los demás, aunque cada quien tiene su gusto particular, lo que se escucha puede gustarte o no, eso ya depende de tus propias preferencias.

En ese aspecto lo que más me desagrada es escuchar en el transporte público música chicha (que por ejemplo reúne a grupos como Alaska, Delirios, Iberia, etc.), es lo que más odio cuando estoy en el minibús. Y como no soy dueño de la radio tengo que bancármela si decir nada.

Otro cosa que me revienta es cuando algunos choferes ponen la música a un volumen exageradamente alto. Lo peor es cuando el trayecto es bastante largo y tienes que soportar el ruido del motorizado. Hay ocasiones en las que el motor del minibús suenan como una carchacha diciendo RRRRRR...RRRRRR...RRRRRR... y no hay caso de aguantar, en esos momentos hasta dan ganas de saltar por la ventana(Para rematar sus ventanas ni siquiera se abren). Mientras más piensas en el ruído del motor peor es la cosa, así que lo mejor es tratar de distraerse hasta llegar a nuestro destino.

Otro hecho particularmente atractivo para mí es, el hecho de que hay personas que conversan sobre sus asuntos personales sin ningún tipo de tapujos ni preacuciones. En momentos como ése he llegado a pensar que pasaría si alguien conociera a la persona de la que están hablando los demás. Hablan sobre todo y a veces hasta uno inicia una conversación de este tipo.

Estas y muchas otras historias se dan en un minibús, seguro estoy que tú tienes tu propia historia. Puedes contarla si quieres.