(VozBol). Recuerdo los tiempos en los que tenía que ir a comprar GLP (Gas licuado de petróleo), había que ir garrafa en mano, persiguiendo a los carros repartidores para alcanzar una garrafa. Lo más terrible era cuando había escasez, era ese momento cuando se iniciaban las tortuosas filas o colas para adquirir una garrafa.Lo más chistoso era que los que más ocupaban las filas eran los revendedores, es decir, las personas que se dedican a la venta y al contrabando de GLP. Podías ver familias enteras que compraban gas para venderlo luego.
En la ciudad de El Alto en los tiempos de escasez se generaban largas colas en distintos punto de la urbe, por ejemplo en el Peaje, en la Chacaltaya, en el Complejo y muchos otros lugares más.
GAS DOMICILIARIO. La solución para muchos llegó con la instalación de gas domiciliario, esto permitió que buena parte de la urbe alteña ya no tenga que peregrinar por conseguir una garrafa. Así uno ya no tiene que salir a la calle a comprar una garrafa.
Con el gas domiciliario lo único que tiene que hacer es abrir la llave y encender la cocina. Bueno lo único que queda por hacer después es pagar las facturas por el consumo mensualmente.
Por lo dicho anteriormente, existe una buena parte de la población que todavía tiene que peregrinar para conseguir una garrafa. Cuando no encuentran un camión repartidor tienen que ir a alguna tienda y cancelar Bs. 25/27 por el GLP.
Esperemos que no pase mucho tiempo antes de que se libren de esta situación. Ojalá que en un tiempo breve casi la totalidad de la población de El Alto puedan tener gas domiciliario.
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